La salud financiera de una empresa es clave para mantener su rentabilidad y buscar el crecimiento dentro de los mercados. Para ello, es importante analizar aspectos como la solvencia, eficiencia operativa del negocio, liquidez, entre otros elementos fundamentales que permiten tener en buen estado las finanzas del negocio.
La falta de liquidez provocó que un 35% de las pymes mexicanas quebraran en 2022. Por lo mismo, hoy más que nunca resulta fundamental conocer estos indicadores y evaluar la salud financiera para favorecer la competitividad del negocio e impulsar su crecimiento.
¿En qué consiste la salud financiera en una empresa?
La salud financiera es la condición de una compañía donde existe la capacidad de mantener un equilibrio entre gastos e ingresos, hacer frente a las obligaciones financieras a corto y largo plazo, el manejo adecuado de la deuda, la rentabilidad y el crecimiento sostenible.
En este caso, una buena salud financiera implica la gestión adecuada de los recursos, una planificación cuidadosa y un manejo responsable de la deuda, para poder mantener e impulsar sus operaciones.
¿Cómo evaluar la salud financiera de una empresa?
Es importante explorar algunos indicadores y analizarlos para tomar las medidas necesarias que mantengan el buen estado financiero de la empresa. Estos son algunos elementos a considerar:
1. Liquidez
Es la capacidad de la empresa para pagar sus obligaciones a corto plazo. Analizar la liquidez es necesario para afirmar que la empresa tiene suficiente capital para cubrir sus gastos operativos y cumplir con sus obligaciones financieras, como el pago de facturas y la nómina.
Para conocerla, hay que calcular el ciclo de conversión de efectivo, conocer el estado del flujo de caja o los dos tipos de ratios de liquidez. En dado caso que no se cuente con la liquidez suficiente, los préstamos en línea pueden ser una gran opción para sacar el negocio adelante.
2. Rentabilidad
Un análisis de este factor es importante para asegurarse de que la empresa está generando suficientes ingresos, que cubran los gastos y al mismo tiempo generen ganancias.
Es importante evaluar el margen de ingresos y egresos, además del retorno de la inversión y retorno sobre el patrimonio, para tener un panorama claro de la rentabilidad de la empresa.
3. Solvencia
Es la capacidad que tiene la empresa para cumplir con sus obligaciones a largo plazo. Al dividir los activos totales entre los pasivos totales, se puede conocer si la empresa cuenta con los activos necesarios para cubrir sus deudas a largo plazo y evitar la quiebra.
En todo caso, las diversas fuentes de financiamiento de una empresa pueden ser la solución rápida y viable para volverse solventes.
4. Eficiencia operativa
Es la capacidad de la empresa para utilizar sus recursos de manera efectiva buscando generar ingresos.
Para ello, es importante calcular la cantidad de ingresos que una empresa genera en relación con sus activos, el número de veces que la empresa vende su inventario durante un cierto y el tiempo que tarda en cobrar sus cuentas pendientes de clientes.
El papel de las fuentes de financiamiento de una empresa para la salud financiera
Acceder a productos financieros como créditos online puede ser una gran ayuda para las empresas que buscan conseguir la liquidez necesaria para operar, expandirse y alcanzar sus objetivos a corto y largo plazo.
Es importante que la empresa elija una fuente de financiamiento adecuada para su situación financiera y objetivos, pues las condiciones cambian si una empresa ya tiene una gran deuda o si apenas va iniciando sus operaciones frente a grandes corporativos internacionales.
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